Siempre me fascinó el trazo y la soltura en la obra de Pepe González. Habitualmente en las crónicas que leía sobre cómic en las revistas de la época, se hablaba de su facilidad para dibujar. Es algo que suele molestarme un poco y que el propio entorno del cómic ha exhibido siempre como una cualidad, perjudicando bastante la consideración que durante mucho tiempo se ha tenido de los artistas que trabajaban en este género. Que alguien dibuje muy deprisa tantos caballos o tantas viñetas no me parece realmente importante, salvo que lo contemplemos en términos comerciales. Creo que hay que ir más lejos. La habilidad es importante, pero puede resultar superficial. Aunque el cómic cumpla una función narrativa, también ofrece un goce estético y contemplativo.
Hay muchos modos de hacer cómic y de contar una historia y en arte, considero que todo debe valer como principio, porque de no ser así, nunca habría espacio para la experimentación. Los dibujos de Pepe González tenían y tienen frescura, naturalidad, seducción; alma. Las viñetas donde mostraba primeros planos de rostros, preferentemente femeninos, poseían una fascinación y un glamour subyugante. Es evidente que aquello era lo que le gustaba. Aún así, posee historias extraordinariamente bien contadas e incluso una ductilidad mordaz y efectiva para el dibujo humorístico.
En este blog trataremos de subir imágenes de Pepe González, que permitan conocer al artista genial que era, como dibujante de cómic, como ilustrador y como retratista.
Aunque distribuiremos las entradas, de acuerdo a un eje temático, como bienvenida a este blog, incorporamos una selección de obra variada.
Esperamos que os guste y que de algún modo contribuyamos a mantener intacta la magia de su arte; la mejor manera de que un artista sobreviva al rigor de su condición mortal, es que su obra siga emocionando día tras día.
Este país y este mundo suele ser desagradecido por naturaleza con los artistas.